Valencia, 15/02/2009Najat El Hachmi se ha convertido en la autora revelación de la narrativa actual. Ha sido comparada con Zadie Smith o Mercé Rodoreda, y se puede decir que forma parte de una influyente generación de escritores mestizos que se consideran hijos de todas las razas. Su literatura trata de mostrar el cambio cultural entre generaciones a la luz de la mentalidad crítica moderna.
Con extraordinaria intensidad, crudo dramatismo y grandes dosis de ironía, El último patriarca describe la tiránica forma de actuar de un padre violento. Las incontestables leyes patriarcales que rigen en la casa de Mimoun sólo serán puestas en duda por la verdadera protagonista de la novela: la niña cuya mirada inocente será víctima de un legado social que no ha escogido y coarta su libertad. De niña a adolescente, deberá ir desprendiéndose de la cerrazón machista y el autoritarismo del que hace gala su progenitor, y de la crueldad con que el patriarca trata a su mujer, a ella misma y a la sociedad que los ha acogido, lejos de las tradiciones del país de origen.
Con la lectura de esta obra surgen inevitablemente cuestiones relacionadas con la inmigración, la integración o la inmersión lingüística, pero la principal cualidad del Último patriarca reside principalmente en su alcance literario. Como escritora magrebí-catalana, El Hachmi tiene su propia voz literaria y carácter mestizo. Ambas cualidades se manifiestan en su capacidad de fabulación por medio de un lenguaje depurado y sutil, pero de sorprendente modernidad. La originalidad de los temas, el realismo subjetivo del emocionante tono descriptivo, el simbolismo de los personajes y la mirada crítica de El Hachmi al entorno multicultural que nos rodea dibujan los contornos más admirables de su literatura.
Narrada en primera persona, El último patriarca es una novela testimonial de lectura dinámica; estructurada en dos contextos diferenciados: el primero, en Marruecos, se centra en el personaje de Mimoun Driouch, en su juventud y en los años de abandono de su familia por estar trabajando como albañil en España. El segundo, ya en la Península, se adentra en el mundo subjetivo de esta hija adolescente que ansía ser la dueña de su propia identidad. Con todo, a pesar de la crudeza del padre, la violencia y el machismo; la hija del patriarca conocerá también la belleza y la sensualidad, el amor, las decepciones, el sexo prohibido y las transgresiones.
Elementos que se conjugan gracias a la fuerza del relato y a un estilo literario fabulador que entronca con la tradición oral de los cuentos árabes y con el simbolismo literario de Mercè Rodoreda, principal referente literario de la autora.
Sobre la autora
Najat El Hachmi nace en Marruecos en el año 1979, cuando su padre ya había emigrado a Cataluña, y a los ocho años se traslada a vivir a Vic. Es licenciada en filología árabe por la Universidad de Barcelona.
Escribe desde los once años, al principio como entretenimiento, pero poco a poco la escritura se fue convirtiendo en una vía para canalizar la inquietud de sentirse de dos sitios a la vez y en una manera de acercar estos dos mundos a los que pertenece.


