María Gudín incide en la novela épica tras el éxito de La reina sin nombre.

María Gudín con su libro. Autora foto: Susana Alfonso
Valencia, 11/05/2009Hijos de un rey godo, la última novela de María Gudín, arranca con el reencuentro entre Swinthila y Liuva, hermanos y descendientes del rey Recaredo. Tras un corto y trágico reinado, Liuva, ciego y manco a causa de una traición, decide esconderse en las montañas cántabras. Al encontrarlo, Swinthila pretende recobrar la carta de su madre, la reina Baddo, y, por consiguiente, la copa de poder con la que recuperar el trono usurpado a su familia. Amor, venganza, poder, traición y camaradería son algunos de los ingredientes que utiliza María Gudín para seguir contando la historia de España en una época prácticamente desconocida para la mayoría de los españoles: la del esplendor del reino visigodo: “Se ha pasado por encima de los godos porque, en la época moderna, han sido utilizados por determinadas tendencias políticas como el fascismo por aquello de la unificación de España. Leovigildo es el autor de la segunda unificación de una Hispania que se sitúa entonces por encima del resto de Europa y que ya desde los romanos era muy variopinta”.
“Hijos de un rey godo” continúa relatando que la codiciada carta de Baddo revela a los hermanos la historia de los hijos del rey Leovigildo, Hermenegildo y Recaredo, así como el secreto de la copa sagrada. La primera esposa de Leovigildo, “la reina sin nombre”, pidió a sus hijos, en su lecho de muerte, que recuperaran y devolvieran la copa a su lugar, a un santuario oculto en las montañas astur-cántabras. La paz entre los pueblos hispanos no sería posible hasta que el cáliz regresase allí. Pero, tras el largo viaje a los territorios cántabros, las vidas de Hermenegildo y Recaredo toman un giro inesperado. Recaredo encuentra a Baddo, de la que se enamora hasta el punto de desafiar las leyes de los cántabros y los proyectos de Leovigildo, su padre. Mientras que Hermenegildo descubre la verdad sobre sus orígenes; un misterio que provocará una grave fractura con el rey Leovigildo y que desembocará en una guerra civil en la que ambos hermanos deberán combatir en bandos opuestos.
Esta apasionante novela “es muy humana, con reacciones muy reales, con personajes a los que trato con cariño, imaginando como hubieran reaccionado ante determinadas situaciones. De los godos nos ha quedado su concepto del Derecho, que es un compendio entre derecho romano y derecho germánico”.
Conocedores ya del pasado, Swinthila y Liuva se enfrentarán a su destino y quedarán para siempre en la historia:”Cuando no puedo dormir trato de recordar la muy cuestionada hoy lista de los reyes godos y siempre me falta alguno. Los godos, que asimilan el espíritu hispanoromano. Tenían un concepto nacional muy fuerte y eran defensores de la nula separación entre iglesia y estado”.
Tras el éxito de La reina sin nombre, María Gudín nos ofrece una novela acerca del esplendor del reino visigodo, una historia en la que el amor, la camaradería, el remordimiento por la culpa, la venganza y el afán de poder se entrelazan para conformar una inolvidable obra épica.
Sobre la autora
María Gudín, natural de Oviedo, es médico especialista en Neurología y desde 1.992 trabaja como especialista en el Hospital General de Ciudad Real. Ha publicado varios libros y artículos de carácter científico y divulgativo. La reina sin nombre, su primera novela, ha conseguido una amplia difusión a nivel nacional e internacional.