7 sept 2009

La importancia del comedor escolar

Recomendaciones de AVACU ante el inminente inicio del curso
Valencia, 07/09/2009
Con el nuevo curso muchos padres echarán mano del comedor escolar para compatibilizar mejor su vida laboral y familiar. Desde AVACU queremos ofrecer unas recomendaciones a tener en cuenta sobre este aspecto tan importante en la alimentación de los niños.

El menú del comedor escolar debe ser considerado algo más que una forma de ajustar horarios. Los centros, ya sea mediante cocina propia o mediante servicio de catering, no deben nunca olvidar que los niños necesitan una dieta sana y equilibrada, que pueda contribuir a la prevención de enfermedades que, como el colesterol, la obesidad o la diabetes, ya están apareciendo en los más jóvenes como consecuencia de una alimentación incorrecta y un excesivo sedentarismo. Sin embargo, es también tarea de los padres el fomentar en sus hijos una buena alimentación, conociendo y complementando el menú del colegio con las comidas que el niño realiza en casa.

Es fundamental saber que el menú del colegio debe aportar un tercio de la comida total del día y que debe responder a una determinada estructura de cara a asegurar un adecuado aporte de nutrientes. Así, el primer plato debe estar compuesto por pasta o arroz, legumbres con verduras o verduras o legumbres con patatas; el segundo plato debe constar de carne, pescado o huevos con ensalada o verdura, mientras que el postre debe estar basado en fruta, intercalando productos lácteos.

Por lo tanto, que los niños reciban una buena alimentación es responsabilidad conjunta de padres, profesores, centros educativos y Administración; por ello, desde AVACU queremos ofrecer una serie de consejos que los padres deben tener en cuenta a la hora de valorar la calidad de los alimentos que reciben sus hijos:

- El aporte energético diario del niño debe dosificarse en cinco comidas: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
- El colegio debe informar a los padres y hacer entrega de una guía con los menús de la semana o del mes, ya que es importante conocer los alimentos que se dan en el colegio para poder completar la dieta en casa.

En este sentido, el desayuno es una de las comidas más importantes y debería cubrir un tercio de las necesidades nutritivas del escolar de una forma equilibrada sin que falten las frutas, los lácteos y los cereales. No hacer un desayuno adecuado puede provocar una disminución de la atención y del rendimiento en las primeras horas de clase. La merienda se debe aprovechar para incluir fruta y, en ocasiones, lácteos; es importante conocer el menú escolar para compensarlo en la cena, que debe seguir un esquema similar al de la comida pero con cantidades reducidas.

- En el menú del comedor hay que mantener la fruta fresca y/o el postre lácteo; en especial, y más durante esta época, incluir frutas con vitamina C.
- Se debe aumentar el consumo de pescado (una buena medida puede ser con piezas con menos espinas), no cocinar con mucha sal y evitar los platos precocinados y los fritos.
- En cualquier caso, la alimentación debe ser variada. Es aconsejable que se incluyan alimentos de temporada, sobre todo fruta fresca, verduras y hortalizas (5 raciones al día).
- Para los niños más pequeños, el menú deberá contener sabores suaves y estar menos condimentado; para los adolescentes, deberá contemplar un mayor aporte de proteínas.
- Los centros deben adaptar el menú a los niños que padezcan alguna alergia, enfermedad o intolerancia a algún alimento.

Finalmente, hay que recordar que la mejor forma de que los niños se mantengan sanos y a salvo de enfermedades (incluyendo la gripe A) durante el invierno es mantener una alimentación equilibrada y unos hábitos de vida saludables:

- No saltarse ningún tiempo de comida. Para ello se requiere un poco de organización y, aunque para algunas familias pueda suponer un esfuerzo extra, no hay que perder de vista las ventajas que tendrá para la salud de los niños.
- Que los menores practiquen alguna actividad física.
- Es fundamental que los niños descansen las horas suficientes para reponer energía para la jornada siguiente.

De cara a evitar contagios es muy importante que los niños se laven las manos antes de las comidas y que el personal del comedor respete unas normas básicas de higiene que pasan por mantener también las manos limpias, conservar la comida a la temperatura adecuada para evitar su descomposición, limpieza adecuada del comedor, cubertería, platos y utensilios de cocina, no toser o estornudar encima de la comida y no tocarse el pelo o la cara cuando se están manipulando alimentos.