Valencia, 28/06/2015, Mario Beltrán Pilato (mbeltranpilato@gmail.com)
Muy acertada la elección del nuevo presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al designar a Manuel Mata como síndic (portavoz) del grupo socialista en Las Cortes Valencianas. Mata, que por sus firmes creencias, capacidad de autocrítica y su imposibilidad de no callarse nada ha sufrido en muchas ocasiones hasta el “destierro político” de algunos de sus propios compañeros de filas, accede a una alta responsabilidad: Ser la voz de un Gobierno formado por dos formaciones (PSPV-PSOE y Compromís). Y todo ello, bajo la atenta mirada y vigilancia de Podemos.
Sin duda, su habilidad dialéctica, experiencia y forma de ser contribuirán a realizar su trabajo con eficacia.
No hablaría así si no lo conociera personalmente de hace muchísimos años, tiempo en el que no le he conocido renuncia alguna a sus creencias y principios. Además tiene buen humor.
Dicho esto, y sin compartir necesariamente muchas de esas creencias, a Manuel Mata, a Manolo, le espera un duro y difícil trabajo: conjugar los intereses de tres formaciones de izquierda sin que la socialista, sin que su presidente, Ximo Puig, vea resentir su liderazgo.
Claro y directo en sus argumentaciones, lo dicho no se calla nada, el nuevo síndic también tiene la responsabilidad, a través de sus intervenciones, de “rebajar” el miedo que en una parte de la sociedad valenciana ha provocado el acceso de estas formaciones al poder. Sin duda, ese también va a ser un trabajo difícil.
Porque si de momento todo son buenas intenciones, en relación a no abrir viejas o nuevas heridas maniqueistas en la sociedad valenciana, los protagonismos, la lucha por el poder con el objetivo de ganar posiciones ante el electorado no creo que tarden mucho tiempo en surgir entre las formaciones del Pacto del Botanic.
De momento, y hasta las próximas elecciones generales, me imagino que la política de contención y cierto “buenismo” será la que impriman.
Tras las elecciones, y sus resultados, me temo que apretarán el acelerador. Y espero que no se equivoquen de dirección y cumplan con lo dicho: defender los intereses del pueblo valenciano.
Muy acertada la elección del nuevo presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al designar a Manuel Mata como síndic (portavoz) del grupo socialista en Las Cortes Valencianas. Mata, que por sus firmes creencias, capacidad de autocrítica y su imposibilidad de no callarse nada ha sufrido en muchas ocasiones hasta el “destierro político” de algunos de sus propios compañeros de filas, accede a una alta responsabilidad: Ser la voz de un Gobierno formado por dos formaciones (PSPV-PSOE y Compromís). Y todo ello, bajo la atenta mirada y vigilancia de Podemos.
Sin duda, su habilidad dialéctica, experiencia y forma de ser contribuirán a realizar su trabajo con eficacia.
No hablaría así si no lo conociera personalmente de hace muchísimos años, tiempo en el que no le he conocido renuncia alguna a sus creencias y principios. Además tiene buen humor.
Dicho esto, y sin compartir necesariamente muchas de esas creencias, a Manuel Mata, a Manolo, le espera un duro y difícil trabajo: conjugar los intereses de tres formaciones de izquierda sin que la socialista, sin que su presidente, Ximo Puig, vea resentir su liderazgo.
Claro y directo en sus argumentaciones, lo dicho no se calla nada, el nuevo síndic también tiene la responsabilidad, a través de sus intervenciones, de “rebajar” el miedo que en una parte de la sociedad valenciana ha provocado el acceso de estas formaciones al poder. Sin duda, ese también va a ser un trabajo difícil.
Porque si de momento todo son buenas intenciones, en relación a no abrir viejas o nuevas heridas maniqueistas en la sociedad valenciana, los protagonismos, la lucha por el poder con el objetivo de ganar posiciones ante el electorado no creo que tarden mucho tiempo en surgir entre las formaciones del Pacto del Botanic.
De momento, y hasta las próximas elecciones generales, me imagino que la política de contención y cierto “buenismo” será la que impriman.
Tras las elecciones, y sus resultados, me temo que apretarán el acelerador. Y espero que no se equivoquen de dirección y cumplan con lo dicho: defender los intereses del pueblo valenciano.