25 jun 2015

Somos Europa

Somos Europa
Valencia, 25/06/2015, Mario Beltrán Pilato (mbelranpilato@gmail.com)
Estamos tan centrados en nuestros problemas e historias internas que prácticamente no hacemos ni caso de lo que está ocurriendo en la Unión Europea, de la que formamos parte. Y mucho más de lo que la mayoría de los ciudadanos de esta país creen.

Crisis como la provocada por Grecia y cuyo final se desconoce, aunque la lógica apunta a una solución que evite su salida de la zona euro, hacen tambalear unos pilares que han servido, y mucho, para que países como el nuestro pudieran emprender la senda de la concurrencia modernizando sus infraestructuras, homologando su legislación a la realidad europea o propiciando los fines de esta unión como la libre circulación de personas y mercancías. Por poner un ejemplo.

Del entusiasmo de los españoles por pertenecer a la Unión Europea, entonces Comunidad Económica Europea, a casi el olvido hacia unas instituciones comunitarias que mandan y mucho.

En este país (España) las elecciones al Parlamento Europeo se han considerado siempre de segunda fila. Aunque bien es cierto que hasta hace muy poco tiempo el papel de esta institución con sede en Estrasburgo no tenía un papel determinante en la toma de decisiones de la Comisión Europea.

Pero las cosas han cambiado de forma radical al adquirir el Parlamento Europeo un peso específico, un poder que va a ir a más y capacidades de codecisión.

Frente a todo ello, también es cierto que hasta la fecha los egoísmos nacionales (llámemosles así) de los países miembros y el enorme poder del aparato administrativo de Bruselas han empañado soluciones y acciones necesarias para avanzar en la construcción de la verdadera y eficaz Unión Europea.

Dicho esto, y volviendo al principio, el árbol no puede impedirnos ver el bosque. La práctica totalidad de las grandes decisiones nacionales vienen condicionadas por lo que se cuece en los órganos de poder de la UE. Y ahí hay que estar y con los mejores representándonos.

Si España hubiera aceptado ser rescatada en plena crisis, en estos momentos el sufrimiento de los ciudadanos habría sido infinitamente superior al que están o han vivido en los últimos años.

La política tiene eso, que no te puedes permitir el lujo de quedarte en la anécdota, en lo que la gente –tus votantes o posibles votantes- quieren oir. La política, los políticos, deben estar a la altura de las circunstancias, siendo capaces de abordar todos aquellos problemas y cuestiones que nos pueden afectar, para bien o para mal, de forma directa o indirecta. Y más cuando no existe un liderazgo claro en la actual Unión Europea, lo que le permite a Alemania el imponer sus condiciones, en la gran mayoría de las ocasiones.

A la vez que se mantiene el enfrentamiento Norte-Sur: Los problemas de los países del norte de Europa no son los que tenemos los del sur, los mediterráneos, pero al final nos afectan a todos. Sólo hay que ver la cuestión de la inmigración y los refugiados.

Somos parte de Europa y debemos creérnoslo.

Solo hay una fórmula: pesar más donde se toman las decisiones.