Alborch: “Barberá reconoce su incapacidad institucional para ser la interlocutora del gobierno de España que Valencia necesita”

Réplica a Barberá sobre el nuevo Gobierno.

“La alcaldesa se ha convertido definitivamente en la portavoz de Rajoy en detrimento de su papel como representante de todos los valencianos”.Alborch defiende la confianza en el nuevo Gobierno para afrontar la crisis económica y las necesarias reformas del marco municipal.

Valencia, 07/04/2009
La portavoz municipal en el Ayuntamiento de Valencia y secretaria Primera del Senado, Carmen Alborch, muestra su estupefacción por la precipitación de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en reprobar los nombramientos del nuevo Gobierno de España. “Barberá se precipita demasiado últimamente, como ya demostró con el contrato de las regatas, y ahora ha vuelto a precipitarse”, asegura Alborch, “en la valoración del nuevo Gobierno de España, convocando apresuradamente una rueda de prensa en la alcaldía para zaherir una vez más al Ejecutivo”. De esta forma, “demuestra que se ha convertido definitivamente en la portavoz de Rajoy en detrimento de su papel como representante de todos los valencianos”, se lamenta la portavoz municipal. La senadora socialista subraya que lamentablemente esta actitud es coherente con la sorprendente afirmación vertida por Rita Barberá en el último pleno municipal, cuando declaraba en un marco inequívocamente institucional que lo que más le gusta es criticar al Gobierno. Alborch considera esta actitud “perjudicial para los intereses de los valencianos y valencianas porque con semejantes manifestaciones Rita Barberá reconoce una preocupante incapacidad institucional para ser la interlocutora del Gobierno de España que Valencia necesita”.

La portavoz socialista se muestra “confiada con el nuevo Gobierno para afrontar la crisis económica y las necesarias reformas del marco municipal, entre otros retos que tiene el país” y sugiere a la Alcaldesa que, si no puede resistir su vocación crítica del Gobierno y preservar su papel institucional, procure al menos conceder los 100 días de cortesía que se suelen otorgar en estos casos”. Carmen Alborch se pregunta, asimismo, si el papel cada vez más notorio de la alcaldesa como ariete del Gobierno no responde a una toma de posiciones ante una eventual retirada de Camps por las implicaciones del caso Gürtel y su desorientación ante los efectos de la crisis económica para la Comunitat Valenciana”.

Alborch da la bienvenida a los nuevos ministros y ministras y “se muestra convencida de que el nuevo Gobierno “es el adecuado para asumir el impulso necesario en tiempos de cambios transcedentales a escala global y por tanto también nacional”. Finalmente, invita a la alcaldesa a reconducir su actitud hacia la normalidad y la lealtad institucional en el marco de cooperación que más conviene a los intereses de los valencianos y valencianas.