El musical QUISIERA SER se representará del 19 de diciembre al 25 de enero.
Valencia, 16/12/2008
El musical Quisiera ser estás basado en 26 de las numerosas canciones popularizadas en su
día por Manolo de la Calva y Ramón Arcusa, para la historia el Dúo Dinámico. Tras el grandioso éxito cosechado en Madrid, el musical inicia su gira española en Valencia, donde se incorpora la popular Marta Valverde.
Quisiera ser repasa la discografía del Dúo Dinámico para homenajear al mítico grupo de los 60 y rendir tributo a toda esa gente que lucha por ser alguien en la vida. Es una comedia musical que no plasma la vida del dúo sino que se desarrolla en un viaje en el que tres mujeres se encuentran y comienzan a detallar sus vivencias por medio de los temas del Dúo Dinámico. Así, la obra va siguiendo los tres diferentes puntos de vista de cada mujer, de forma paralela; hasta que todas coinciden en algo común, que es el fondo de este musical, que quiere ser un homenaje a todos los que luchan por sus ideales.
28 artistas dan forma a un espectáculo único con un repertorio musical que forma parte de nuestra memoria colectiva y que contiene impactantes números musicales, música en directo
y una ambiciosa apuesta escenográfica.
La obra es un homenaje a todos aquellos que luchan por sus ideales en la vida. Es una invitación a vivir la vida a tope para que cuando llegue el final no sientas que no has hecho o no has sido todo lo que querías ser. Los personajes representan a tres generaciones claramente marcadas y totalmente diferentes.
Entre los personajes que destacan en esta comedia musical destacan la Condesa de La Perla, una mujer de de 99 años, alocada, sofisticada y glamorosa que hace casi 50 años que se quedó en los 50. La condesa de la Perla es el símbolo, en clave de humor, de todos aquellos que han vivido con intensidad, en los momentos buenos y en los malos. Otros personajes clave son Lucy, asistente de la condesa; Lola, una atractiva mujer de 50 años, que, junto a Nick, representa lo que no fue y tenía que haber sido. Nick, un norteamericano de 50 años fue el primer amor de Lola y su experiencia habla de la necesidad de valorar “las cartas” que tenemos en cada momento para jugar la mejor partida.