
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen vitivinícola Ribera del Duero ha presentado sus vinos en un marco emblemático de la ciudad de Valencia: L´Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Emblemático espacio para un acto también emblemático, con el chef Bruno Valdés elaborando un menú que marinaba perfectamente los vinos de esta prestigiosa Denominación de Origen castellano-leonesa con nuestro producto también emblemático: el arroz, servido expresamente para esta ocasión por La Fallera.
La Denominación de Origen Ribera del Duero, distribuida entre cuatro provincias castellanas (Burgos, Valladolid, Soria y Segovia), ha celebrado recientemente las Bodas de Plata de su constitución, y es ya la segunda DO de España en cuota de mercado, pero, en términos de prestigio y modernidad, es, sin ningún género de dudas, la que más ha crecido. Es, además, seña de identidad y motor de la economía regional, “una de las empresas de Castilla y León que más factura cada año y, también, una marca que abre mercados dentro y fuera de nuestro país”, tal y como destaca el actual presidente de su Consejo Regulador, José Trillo Trillo, quien afirma también que “el modelo que seguimos en las Denominaciones de Origen es auténtico, totalmente nuestro y vinculado al mundo natural, sin olvidar que el vino es cultura”. Trillo añade que “los valencianos aprecian mucho nuestros vinos tal y como demuestran las cifras, ya que representan cerca del 12% de nuestros consumidores habituales”. Según los últimos datos, la superficie de viñedo adscrita a la DO asciende a 20.750 hectáreas; y el número de bodegas inscritas, a 258. Trillo asegura también que “Ribera del Duero ha revolucionado el mundo del vino y tenemos la satisfacción de haber puesto en valor el mundo de las Denominaciones de Origen” En Ribera del Duero se admite una la producción máxima reglamentaria por hectárea de 7.000 kilogramos y la uva procedente de parcelas cuyos rendimientos sean superiores a este límite no puede ser utilizada en la elaboración de vinos protegidos por la DO.
La variedad principal utilizada para la elaboración de los vinos es la Tempranillo, perfectamente adaptada y conocida en la zona como Tinta del País o Tinto Fino, que otorga el color, aroma y cuerpo característicos a los vinos de la Ribera del Duero. El resto de variedades tintas autorizadas son la Cabernet-Sauvignon, Merlot, Malbec y Garnacha Tinta. Como variedades blancas el Reglamento sólo autoriza la Albillo o Blanca del País.
La principal función del Consejo Regulador es avalar con su sello la autenticidad de los vinos de la Ribera del Duero, asegurando al consumidor que cada botella que lleva una contraetiqueta numerada ha superado rigurosos controles (análisis físico-químicos y organolépticos) antes de llegar a sus copas. Estas contraetiquetas llevan implícitas una serie de medidas de seguridad que hacen prácticamente imposible su falsificación.