Playa de Alboraya. Foto: G.B.
Valencia, 07/01/2010
Un emisario submarino que lanza al mar aguas residuales sin depurar, aparición de galletas de chapapote en la arena de las playas de nuestra ciudad, sandías, melones y otros elementos flotantes nada agradables para nuestros bañistas, para los que les gusta disfrutar del precioso mar que baña nuestra tierra; todo esto hace que año tras año nuestras playas pierdan banderas y distinciones mientras el Ayuntamiento echa la culpa a la publicidad de los eventos y al Ministerio.
Parece mentira que no sepan que las banderas azules las concede una empresa y no el Ministerio, pero lo más llamativo es la agresión que esos vertidos hacen día a día, año a año y no se soluciona ya no sólo desde el Ayuntamiento, sino desde la Consellería de Medio Ambiente.
Dejemos que floten esos elementos por nuestras playas, que el agua verde fluorescente aparezca por El Saler, que las acequias sigan vertiendo sus residuos directamente a las playas más al norte, que los barcos sigan limpiando sus despojos delante de nuestras narices y para postre que se vuelvan a romper emisarios obsoletos que deberían de desaparecer por otras opciones más limpias y ecológicas, según hacen referencia los compañeros de la Asociación de Vecinos de la Malvarrosa.
Este verano veremos qué excusa ponen y a quién echan la culpa si no dan la bandera azul a la Malvarrosa, El Cabanyal o El Saler; a ver si al final tienen la culpa los bañistas que se mojan los pies en las cálidas aguas del Mediterráneo si previamente no se han cambiado los calcetines…
Antonio Plá Piera
Asociación de Vecinos, Cultural y de Consumidores PATRAIX
http://www.avvculturalpatraix.com/
