- 40 mujeres en riesgo de exclusión social reciben formación e información además de relacionarse y beneficiarse de lazos de amistad
Jueves por la mañana. Una habitación amplia en un bajo cerca de la plaza Columbretes de Castellón. 40 mujeres alrededor de una mesa, entre costuras. Unas llevan velo. Otras no. Unas son de color. Otras no. Unas son musulmanas. Otras no. Sus países de origen o de nacimiento: Marruecos, Mali, Nigeria, Argelia y Francia. También hay una mujer española además de las voluntarias, todas castellonenses. Todas son amigas. Todas están aprendiendo a coser y muchas cosas que van mucho más allá, como a quererse a si mismas, a respetar y que las respeten, a ayudar a otras mujeres y a que las ayuden, a comprender y ser comprendidas.
Caja Mediterráneo y Cáritas Diocesana Segorbe-Castellón han creado un lugar de encuentro o de “Mujeres en Red” que se reúnen los martes y jueves para compartir su situación de vulnerabilidad y lograr superarla. La importancia de una red como fuente de apoyo, de comunicación, de unión y de participación social en estos momentos difíciles para muchas mujeres, hace que ambas entidades hayan unido sus fuerzas y hayan abierto espacios donde ellas tengan un papel protagonista.
Para Rosario Gomis, voluntaria y responsable del proyecto de Inmigrantes, “la excusa, es venir a aprender a coser, porque luego, lo importante, es la red de amistad que se crea y que, además, durante las clases de costura, se les dan charlas de salud para la mujer, de pediatría para el cuidado de los hijos o se les explica cómo inscribirlos en la guardería o cómo ir al mercado”.
Cáritas Diocesana de Segorbe Castellón y Caja Mediterráneo apoyan a mujeres inmigrantes, en paro, de familias desestructuradas o de otras etnias, en lo que han denominado Programa de Mujeres en Red pues a través de estas reuniones, técnicos especializados, como Marisa Villaroig, consiguen el refuerzo de las capacidades personales y el fomento de la participación social, a través de charlas, talleres, tertulias, formación y jornadas lúdicas.
“El objetivo final es la integración, la convivencia, la salud, la mejora de sus relaciones familiares y personales y al final, final, el acceso al mercado laboral”, explica Villaroig que añade: “Lo que me parece muy importante es el empoderamiento que alcanzan pues aquí empiezan a ser conscientes de que no están solas, que tienen una red en la que apoyarse y acaban dándose cuenta que pueden y así es cuando su integración se hace fluida”.
Hawa está embarazada. Es de Mali y lleva en España más de dos años. Ya tiene un hijo. “Aquí me siento bien”, se refiere al taller y es que según explica: “Me olvido de mis problemas, me río, hay mucha gente que me hace sentir mejor” y con esta frase resume el proyecto: “tenía miedo y ahora ya no lo tengo”.
A Aman, su amiga de Marruecos, que lleva el mismo tiempo en España lo que más le sirve de estos talleres es el aprendizaje realizado en el cuidado de los hijos y en la salud. Y añade: “me gusta porque he hecho relaciones con gente de todas las edades y todas las culturas”.
Cada una de las mujeres que participa en el proyecto, que lleva ya 14 años implantado, siente que le atrae una temática diferente, pero todas dicen tener en común el saber que ya no están solas y el perder el miedo.
En algunos casos, además, se traduce en el cambio del concepto de relaciones conyugales. Muchas vienen de culturas en las que la mano del hombre se levanta con facilidad y forma parte de la idiosincrasia de sus relaciones. Aquí han aprendido que han de respetarse a si mismas y han de hacerse respetar. Y es un paso muy importante el que dan estas mujeres para evitar futuros maltratos o evitar algunos abusos ya existentes.
Además, a través de Mujeres en Red se consigue, aprender qué son las AMPAS (asociación de madres y padres de alumnos) de los colegios y cómo participar en las mismas, además de conocer el entorno en el que se mueven sus hijos. También reciben clases de salud, de maternidad, de gestión del tiempo, de imagen personal, de pintura, de costura, de cocina o de informática.
Pero para generar una amistad, también hay que dar tiempo a lo lúdico, por lo que alguna escapada o alguna excursión forman parte de un programa que consigue crear redes sociales entre mujeres que, en su mayoría, solo se relacionan con familiares o con menores y personas de distinto sexo.
En este espacio de encuentro, las mujeres se dan cuenta que sus problemas son los de las otras, los comparten, se apoyan y se generan amistades fuera de la actividad, de las que carecen. Las mujeres, por otro lado, van entrando y saliendo del programa, en función del trabajo, generalmente esporádico, o de las obligaciones familiares.
Etiquetas (tags): CAM, Caja Mediterráneo, Cáritas Segorbe-Castellón, Mujeres en Red, Talleres para Mujeres Inmigrantes
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