Valencia, 22/06/2012, S. Soria
Juan Jacinto Muñoz Rengel dedica su primera y divertídima novela, El asesino hipocondríaco, a contarnos la historia de un asesino profesional a sueldo, el señor Y, que recibe el encargo de acabar con la vida del escurridizo señor Blaisten. Pero para tener éxito en su misión, deberá vencer dos obstáculos importantes: su galopante hipocondría y su obsesión por los grandes escritores (hipocondríacos) de la literatura. Lo primero que tuvo claro Juan Jacinto Muñoz Rengel fue, precisamente, el protagonista: “Normalmente comienzo a escribir a partir de una idea, pero en esta ocasión la novela se construye a partir del personaje principal, un asesino profesional que es, al mismo tiempo, despiadado y melindroso, hipocondríaco y cargado de moral,… un personaje casi imposible porque está cargadísimo de contradicciones“.
Juan Jacinto Muñoz Rengel dedica su primera y divertídima novela, El asesino hipocondríaco, a contarnos la historia de un asesino profesional a sueldo, el señor Y, que recibe el encargo de acabar con la vida del escurridizo señor Blaisten. Pero para tener éxito en su misión, deberá vencer dos obstáculos importantes: su galopante hipocondría y su obsesión por los grandes escritores (hipocondríacos) de la literatura. Lo primero que tuvo claro Juan Jacinto Muñoz Rengel fue, precisamente, el protagonista: “Normalmente comienzo a escribir a partir de una idea, pero en esta ocasión la novela se construye a partir del personaje principal, un asesino profesional que es, al mismo tiempo, despiadado y melindroso, hipocondríaco y cargado de moral,… un personaje casi imposible porque está cargadísimo de contradicciones“.
Leer más: El asesino hipocondríaco, diversión, intriga, obsesión, asesinato y amor incondicional por la literatura