Benicàssim, 08/07/2012
Benicássim es mucho más que sol y playa. De su frondoso Desierto de las Palmas, un pulmón verde de 3.200 hectáreas, nació en 1896 el Licor Carmelitano, que comenzó a elaborarse en los sótanos del Monasterio que los Padres Carmelitas levantaron en el siglo XVII en este Paraje Natural, enamorados de su soledad y belleza. Su receta, aún secreta, se compone de más de 40 hierbas originarias de estos montes. Dada la mala comunicación, ya que todo el transporte se realizaba a lomo de caballerías, se pensó en trasladar las destilerías a la villa de Benicássim. Fue así cómo se inauguraron en 1912 las actuales Bodegas y Destilerías Carmelitano.
Unas instalaciones que permiten a sus visitantes conocer todos los detalles de este licor tan característico de Benicàssim. Desde el mismo año de su apertura, hace ya cien años, comenzaron a realizarse las visitas guiadas. Un recorrido sala a sala donde se explica el proceso de elaboración, con alto componente artesanal, y que finaliza con una degustación de los nueve productos que actualmente firma esta centenaria bodega: seis licores –el Licor Carmelitano y los de melocotón, manzana verde, avellana, crema y café- y tres vinos dulces –moscatel, vino de misa y vermouth-.
Benicássim es mucho más que sol y playa. De su frondoso Desierto de las Palmas, un pulmón verde de 3.200 hectáreas, nació en 1896 el Licor Carmelitano, que comenzó a elaborarse en los sótanos del Monasterio que los Padres Carmelitas levantaron en el siglo XVII en este Paraje Natural, enamorados de su soledad y belleza. Su receta, aún secreta, se compone de más de 40 hierbas originarias de estos montes. Dada la mala comunicación, ya que todo el transporte se realizaba a lomo de caballerías, se pensó en trasladar las destilerías a la villa de Benicássim. Fue así cómo se inauguraron en 1912 las actuales Bodegas y Destilerías Carmelitano.
Unas instalaciones que permiten a sus visitantes conocer todos los detalles de este licor tan característico de Benicàssim. Desde el mismo año de su apertura, hace ya cien años, comenzaron a realizarse las visitas guiadas. Un recorrido sala a sala donde se explica el proceso de elaboración, con alto componente artesanal, y que finaliza con una degustación de los nueve productos que actualmente firma esta centenaria bodega: seis licores –el Licor Carmelitano y los de melocotón, manzana verde, avellana, crema y café- y tres vinos dulces –moscatel, vino de misa y vermouth-.
Leer artículo completo: Benicàssim guarda los secretos de un licor centenario