Valencia, 20/06/2015, Mario Beltrán Pilato (mbeltranpilato@gmail.com)
No puedo evitarlo. Los almuerzos de “M.A.S.” (grupo de compañeros de Maristas que hace algo más de un año nos reencontramos y seguimos haciéndolo), me recuerdan cada día más a los que organizaba Leonardo Ramón todos los miércoles de agosto en la pinada de su chalé de Xàvia. Eso sí. Si los de Leonardo comenzaban muy en serio en torno a un tema de actualidad y con la presencia como invitados-tertulianos de personajes relevantes por los cargos que ostentaban y acababan, muchas horas después, en un ambiente distendido y muy amigable, con los de “M.A.S. está pasando al revés. Me imagino que debe ser así.
La desvertebración de la Comunitat Valenciana, el “victimismo”, el papel del empresariado; la necesidad de potenciar la sociedad civil o el peso valenciano en Madrid, la falta de infraestructuras que incidían directamente en la desventaja competitiva de la economía valenciana frente a sus competidoras; el enfrentamiento entre instituciones económicas valencianas; el problema de los símbolos u otras cuestiones de carácter nacional, eran abordados en la Pinada con los interlocutores adecuados a la temática elegida por Leonardo.
Como anécdota contaré que en una de esas sesiones, y tras un magnífico almuerzo, el malogrado profesor Manuel Broseta asesinado por ETA nos reveló su arrepentimiento por no aceptar ser el candidato a alcalde de Valencia, al haber elaborado una encuesta en la que no se desprendía el apoyo que para él debía ser suficiente. Algo que sí hizo Rita Barberá, que aparecía en dicha encuesta por detrás del propio Broseta. Y Rita logró la alcaldía tras el “pacto del pollo”, mientras que Vicente González Lizondo (UV), accedía a teniente de alcalde: el segundo en mando y con mucho mando.
La asistencia de políticos de primera fila, empresarios, profesionales y otros representantes de instituciones económicas y sociales, convertían el encuentro en una clase de realidad, en un retrato de lo que estaba pasando en las altas esferas de Comunitat y porqué ocurría.
Pero volviendo a “M.A.S.”, y respetando las distancias, nuestros encuentros comienzan de forma distendida y muy amigable para pasar a cierta seriedad en el trato de los temas, que también son, por supuesto, de rabiosa actualidad.
No somos altos cargos, ni personajes, ni políticos con responsabilidades, pero sí formamos parte de una generación que ha vivido la transición, se ha ilusionado con la democracia, que ha visto cómo accedía al poder lo que unos años antes hubiera sido impensable y que ahora se siente muy defraudada con la clase política en general. En definitiva, unos amigos con ideologías distintas, pero con tolerancia y respeto que, fundamentalmente, ejercen o han ejercido en el terreno de lo profesional y que conocen muy bien y desde sus respectivos campos la realidad. Aunque está tenga, como no puede ser de otra forma, su grado de subjetividad.
Los inteligentes y enriquecedores, por su singularidad, análisis que Álvaro hace; la aportación de sus conocimientos de historia e interés mostrado siempre por el respeto y la tolerancia hacia quien no piensa igual de Luis, las de Jorge en las que el humor engarza perfectamente con la lógica de sus planteamientos; los razonamientos y ocurrencias de Carlos; los de 3G comprometido con Compromis, los de Rafa con sus chirigotas y análisis del sistema financiero son algunos ejemplos enriquecedores de lo que ocurre cada vez que nos juntamos. Todo ello bajo la atenta mirada de Toni, que chano-chano se come dos enormes bocadillos. Todavía no hemos logrado comprender donde se los mete. Justo es decir que Toni también habla y lo hace muy bien.
Si ambos almuerzos tienen puntos de coincidencia, también de diferencia. Y esa diferencia no es otra que el desarrollo de puntos de vista desde diferente perspectiva. En los de Leonardo se realizaban en base a los planteamientos y argumentos de aquellos que estaban en los distintos estadios del poder (político, económico y social). En los nuestros de simples personas que reflejan su realidad, la vivida.
No puedo evitarlo. Los almuerzos de “M.A.S.” (grupo de compañeros de Maristas que hace algo más de un año nos reencontramos y seguimos haciéndolo), me recuerdan cada día más a los que organizaba Leonardo Ramón todos los miércoles de agosto en la pinada de su chalé de Xàvia. Eso sí. Si los de Leonardo comenzaban muy en serio en torno a un tema de actualidad y con la presencia como invitados-tertulianos de personajes relevantes por los cargos que ostentaban y acababan, muchas horas después, en un ambiente distendido y muy amigable, con los de “M.A.S. está pasando al revés. Me imagino que debe ser así.

Como anécdota contaré que en una de esas sesiones, y tras un magnífico almuerzo, el malogrado profesor Manuel Broseta asesinado por ETA nos reveló su arrepentimiento por no aceptar ser el candidato a alcalde de Valencia, al haber elaborado una encuesta en la que no se desprendía el apoyo que para él debía ser suficiente. Algo que sí hizo Rita Barberá, que aparecía en dicha encuesta por detrás del propio Broseta. Y Rita logró la alcaldía tras el “pacto del pollo”, mientras que Vicente González Lizondo (UV), accedía a teniente de alcalde: el segundo en mando y con mucho mando.
La asistencia de políticos de primera fila, empresarios, profesionales y otros representantes de instituciones económicas y sociales, convertían el encuentro en una clase de realidad, en un retrato de lo que estaba pasando en las altas esferas de Comunitat y porqué ocurría.
Pero volviendo a “M.A.S.”, y respetando las distancias, nuestros encuentros comienzan de forma distendida y muy amigable para pasar a cierta seriedad en el trato de los temas, que también son, por supuesto, de rabiosa actualidad.
No somos altos cargos, ni personajes, ni políticos con responsabilidades, pero sí formamos parte de una generación que ha vivido la transición, se ha ilusionado con la democracia, que ha visto cómo accedía al poder lo que unos años antes hubiera sido impensable y que ahora se siente muy defraudada con la clase política en general. En definitiva, unos amigos con ideologías distintas, pero con tolerancia y respeto que, fundamentalmente, ejercen o han ejercido en el terreno de lo profesional y que conocen muy bien y desde sus respectivos campos la realidad. Aunque está tenga, como no puede ser de otra forma, su grado de subjetividad.
Los inteligentes y enriquecedores, por su singularidad, análisis que Álvaro hace; la aportación de sus conocimientos de historia e interés mostrado siempre por el respeto y la tolerancia hacia quien no piensa igual de Luis, las de Jorge en las que el humor engarza perfectamente con la lógica de sus planteamientos; los razonamientos y ocurrencias de Carlos; los de 3G comprometido con Compromis, los de Rafa con sus chirigotas y análisis del sistema financiero son algunos ejemplos enriquecedores de lo que ocurre cada vez que nos juntamos. Todo ello bajo la atenta mirada de Toni, que chano-chano se come dos enormes bocadillos. Todavía no hemos logrado comprender donde se los mete. Justo es decir que Toni también habla y lo hace muy bien.
Si ambos almuerzos tienen puntos de coincidencia, también de diferencia. Y esa diferencia no es otra que el desarrollo de puntos de vista desde diferente perspectiva. En los de Leonardo se realizaban en base a los planteamientos y argumentos de aquellos que estaban en los distintos estadios del poder (político, económico y social). En los nuestros de simples personas que reflejan su realidad, la vivida.