Valencia, 15/10/2009
La empresa valenciana, Hommax Sistemas, referente en el desarrollo y distribución de productos de seguridad electrónicos de carácter nacional, creó en mayo de 2009 el Observatorio de la Seguridad para realizar informes periódicos sobre la situación de la seguridad y en concreto de la videovigilancia en España; convencida de que es una tendencia de futuro que España debe asumir para equipararse a países europeos como Francia o Inglaterra en materia de seguridad.
Los casi 30 años de trabajo en el sector le sirven a la empresa valenciana para erigirse como referente del sector y emitir formación especializada continua a los diferentes agentes (empresas de seguridad, ingenierías, cuerpos y fuerzas de seguridad) sobre las nuevas tecnologías en aplicaciones de seguridad electrónica. En este sentido, una de las principales conclusiones del informe publicado por Hommax destaca que la mayoría de las instalaciones de seguridad no se ajustan al tipo de delito que se produce en España en la actualidad.
Entre las carencias que detecta Hommax en los sistemas actuales, está muchas veces la imposibilidad de grabar imágenes en la oscuridad, la ausencia de un sistema de alimentación ininterrumpida de videovigilancia, que garantice la seguridad las 24 horas del día y la carencia de un sistema de verificación “on picture-line” que evitaría las falsas alarmas, ahorraría recursos a las fuerzas de seguridad y permitiría identificar y detener al intruso.
En palabras de su Director General, José Torner, “existen muchos sistemas de seguridad instalados antes de que las bandas organizadas existieran en nuestro país, por tanto no basta con una sirena y o con grabar in situ, urge implantar sistemas de grabación continuada y de verificación on picture- line a través de CRA que justifique el esfuerzo económico y el despliegue de recursos que supone la seguridad privada”. Por otro lado, Torner apunta el desencuentro existente en la ley española en materia de seguridad, pendiente de adaptación al proyecto de ley Ómnibus y la armonización de la normativa española respecto de otros países como Inglaterra y Francia, en los que se han inspirado las reformas pendientes”.


