Javier Puebla. Foto: Susana Alfonso
Valencia, 05/12/2009En los cuentos clásicos un beso, un simple beso, bastaba para transformar a un sapo en un príncipe. La carencia de un beso, del afecto de quienes le rodeaban, convirtió a Gregorio Samsa en una cucaracha en La Metamorfosis de Frank Kafka. Partiendo de ambos pilares Javier Puebla crea una historia tan original como clásica, tan fascinante como humilde. “Hay mucho de realismo mágico en este libro y creo que es mucho más mágico darle el poder a un muerto. La novela surgió de una manera muy espontánea aunque, como escritor, sabía perfectamente dónde y cómo acabar. Lo que no tenía tan claro era el camino que iba utilizar. He intentado viajar por los aires como un águila, visualizarlo todo entero y, a partir de ahí, bajar, trabajar mucho la idea y el texto y cambiar todo aquello que era necesario”.
“La inutilidad de un beso” es una historia de amor y valor, de dolor y temor. Herendira no nació humana, nació cucaracha; y sólo un beso logró el milagro de transformarla en persona. Pero no en cualquier persona, sino en alguien rastrero y ruin, que jamás deja de ser un insecto y sufre hasta enloquecer con la felicidad ajena. “La novela no esta ni inventada, prácticamente es toda verdad. La escribí muy rápido, con correcciones y todo. La frase que dispara la novela – Las Osorio van de señoritas, pero ahora se les ha muerto el hermano. Les está bien empleado- es real y, a partir de ahí, la novela surgió como un géiser”.
Herendira es una mujer capaz de amargar la vida a su propia hija, o a la bondadosa e inteligente Paquita, la portera del inmueble en el que vive, e incluso a su marido, el hombre que le dio el beso mágico: el gran Melquíades Bencinto, un personaje conmovedor, que acabará logrando perdurar en la historia de la literatura; si realmente sirvió para algo, tuvo alguna utilidad o sentido, su simple, sencillo y generoso beso. Así es, más o menos, “La inutilidad de un beso”, ganadora del Premio de Novela Luis Berenguer y escrita por Javier Puebla, un escritor que afirma, con descaro y rotundidad que “vivo de ser Javier Puebla y, sí, me he creado mi propio personaje”.
Sobre el autor
Javier Puebla suele afirmar en las entrevistas que nació para contar historias. Escritor, cineasta, periodista y profesor de cine y escritura creativa, fundó en 2005 el Taller 3Estaciones y la editorial Haz Milagros. Sonríe Delgado, narrada por su antónimo: Frederic Traum, quedó finalista del Nadal en el año 2004.
Columnista habitual de Cambio 16, Opinión. Javier Puebla ha vivido en Barcelona, Nueva York, Murcia, Londres, Madrid y Dakar, donde ejerció funciones diplomáticas como Agregado Jefe de la Oficina Comercial de España en Dakar.